EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
Smith nos propone que la división del trabajo es el
origen del aumento productivo, la base de la economía humana; no pudiendo
concebir esto separadamente del cambio, anteponiendo esta última, siendo causa
de aquella.
Marx opina que no se quita a la división del trabajo nada
de la importancia que Smith le atribuyó, pero se niega a que la división del
trabajo esté ligada necesariamente al cambio.
La producción de mercancías no es la forma universal e
inevitable de la vida económica, a diferencia de lo que opina Smith. Si no una
de sus posibles formas.
Al quedar separada la producción de mercancías del reino
de los fenómenos naturales se convierte en materia válida de la investigación
histórico social. No pudiendo, por tanto, el economista confinar su atención a
las relaciones cuantitativas, que nacen
de la producción de mercancías; debiendo dirigir también su atención al
carácter de las relaciones subyacentes en la forma de mercancía.
Marx lo que hace aqui para elaborar su teoria es una
consideración conjunta de ambos elementos tras su aceptación, pudiendo
considerarlos de manera simultánea.
Nos dice que los objetivos de consumo humano en todas las
épocas y bajo cualquier forma de sociedad poseen igualmente valor de uso, y que
este expresaria una cierta relación entre el consumidor y el objeto a consumir.
Sin embargo,
excluye de este
valor de uso a la esfera de la investigación de la economía política, en virtud
de que no da cuerpo directamente a una relación social, careciendo por tanto de
utilidad para esta. Estando, por tanto, únicamente, al requisito de que las
categorías de la economía política deben ser sociales.
El valor de cambio debe ser considerado, por tanto, como
una mera relación cuantitativa entre cosas. Dejando a la relación cualitativa entre cosas, que llamamos valor de cambio,
como una forma exterior de la relación social, entre los propietarios de
mercancías, o en la simple producciónde mercancías.
Volviendo al principio, recordemos que, la producción de
mercancías que tiene su origen en la naturaleza, es para Smith, una forma
universal e inevitable de la forma económica. Marx, como hemos visto, no niega la existencia de una relación entre
la producción de mercancías y la división del trabajo, no se quita a la
división del trabajo, nada de la importancia que smith dijo, pero se niega
enfáticamente que la división del trabajo esté necesariamente ligada al cambio.
El trabajo útil es el trabajo abstracto en el caso de la
actividad productiva, este es un pensamiento clave para Marx.
Debido a que la sociedad capitalista se caracteriza por
un grado de movilidad del trabajo
Por tanto, la reducción de todo trabajo a trabajo
abstracto permite ver claramente, detrás de las formas especiales que el
trabajo puede adoptar en un momento dado cualquiera, una suma de fuerza de
trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo
con la necesidad social.
La mercancía es un valor, esto significa que es trabajo
abstracto materializado, que ha absorbido, una parte del total de la actividad
productora de riqueza de la sociedad. Por tanto el trabajo abstracto sería
susceptible de medida, en terminos de unidades de tiempo, dando a la
significación del valor como categoría cuantitativa diferente del valor de cambio
se hace visible.
En cuanto al valor de la ciencia, y la visión historica
de la ecolución de las teorías de la vida económica podemos ver como la
aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es
uno de los rasgos más notables del periodo capitalista.
Mientras que las categorías de la economía capitalista,
valor, renta… han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías
de la vida economica en general. Y los sistemas economicos anteriores han sido
vistos como versiones imperfectas o embrionarias del capitalismo moderno y
juzgadas en consecuencia.
La atribución de poder independiente a las cosas, no es
en ninguna parte mas clara que en la division tradicional de los factores de
producción en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa
que produce un ingreso de propietarios.
EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO
Debido a que en toda sociedad cambia el modo de organizar
y llevar a cabo las actividades de producción y distribución, se ha establecido
una teoría del valor cuantitativo que
ha construido el punto de partida tradicional de la moderna economía política.
Se presenta así el cambio en función del tiempo necesario
de producción de una mercancía. De tal caso que si el tiempo es similar entre 2
mercancías el cambio será lo equivalente a una por la otra, valor igual. Este
tiempo de producción ha de medirse con unas condiciones normales de intensidad
y habilidad del trabajador, y poder obtener así unos datos mas exactos y concretos,
que poder comprar de manera efectiva.
Por tanto, el trabajo mas calificado será aquel que se
presupone reportara mayor valor.
Para obtenerlo nos serviremos de 2 vías de trabajador
calificado, partiendo de la habilidad natural, a lo que le sumaremos el entrenamiento.
La habilidad natural la obtendremos exponiendo a dos
trabajadores en la misma línea de producción, así se ve cual es mas eficaz
mediante la comparación.
Y habremos de valorar el periodo de entrenamiento como un
valor añadido en el proceso de producción.
Como vemos en la práctica estos dos índices son
complementarios entre sí.
Esto nos da como resultado la teoría de la competencia, según la cual, el valor de
un producto se mide según el tiempo de su producción, o en el caso de la teoría
de los cazadores de A. Smith el tiempo de adquisición de este. Se busca, por
tanto, maximizar beneficios y cuando un producto reporta mas beneficios que
otro tiende a subir la oferta por lo que se impondrá al otro producto,
económicamente hablando.
En cuanto a la demanda,
Marx parece que paso por encma de esto sin prestarle la debida atención, ya que
solo cuando se ve el coste de producción y la intensidad de la demanda se puede
estimar la rentabilidad de un producto.
La demanda se caracteriza por obrar de acuerdo a las
necesidades de los consumidores y la distribución de los ingresos, por lo que
cobra gran importancia la clase social de la que hablemos.
Mediante la Ley del
Valor y Principio de plantación, se tratan de explicar las fuerzas
actuantes en una sociedad productora de mercancías, que regula las
proporciones de cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la
asignación de la fuerza de trabajo de las diferentes ramas de producción.
Será, por tanto, la competencia individual entre
capitalistas la que cree la ley del valor para Marx
En cuanto a los precios
de producción son modificaciones de los valores y en cada época se verán
diferentes maneras de medir dichos precios.
Y por último se nos muestra como el control del precio del monopolista le permite
aprovecharse de las condiciones de la demanda, así que tanto el precio como la
cantidad producida adquirirán valores diferentes de los que adquirirían en
condiciones de un régimen de competencia.
PLUSVALÍA Y
CAPITALISMO
Una de las
características básicas del capitalismo es la producción de mercancías. Además,
en este sistema, sabemos que hay un colectivo que es dueño de los medios de
producción y otro realiza el trabajo. Hay que tener en cuenta que tanto los
medios de producción como la fuerza de trabajo son considerados objetos de
cambio.
Si nos fijamos
en la producción simple de mercancías el productor convierte esas mercancías en
dinero y con éste vuelve a comprar más mercancías, porque lo que busca el
capitalismo es hacer más dinero, es decir, que el productor tenga más dinero
que cuando empezó.
Así, la
diferencia habida entre el dinero con el que comenzó y el dinero que finalmente
ha conseguido es lo que se denomina Plusvalía.
El origen de la
plusvalía tiene lugar en la fuerza de trabajo, que es el propio trabajador, y
para medirlo analizamos el tiempo que es necesario que el trabajador haya
dedicado.
La fuente de la
plusvalía es la fuente de trabajo, y es que existen dos tipos de trabajo, el
necesario y el excedente. El producto del trabajo necesario será lo que el
obrero reciba en forma de salario, y el trabajo excedente es del que se apropia
el capitalista para obtener la plusvalía.
Cualquier valor
de una mercancía obtenida bajo el capitalismo lo podemos encuadrar en tres
partes:
-
Capital
constante, que es el valor de los materiales usados (c).
-
Capital
variable, que varía según la fuerza de trabajo (v).
-
Plusvalía,
que depende de los factores anteriores (p).
Por lo tanto el
valor total sería la suma de las tres partes anteriores.
Tenemos que
mencionar que hay conceptos modernos que presentas ciertas diferencias, como el
Ingreso nacional bruto (sería v + p + una parte de c), el Ingreso nacional neto
(v + p) y la tasa de plusvalía, que es la proporción de la plusvalía respecto a
lo variable.
La tasa de
plusvalía se puede extender bien por la extensión de la jornada laboral
(plusvalía absoluta), bien por una mayor productividad (plusvalía relativa), o
bien por la cantidad de mercancías que entran en el salario real (de nuevo,
plusvalía relativa).
La composición
orgánica del capital es una medida de relación constante con el capital
variable, en el capital total usado en la producción (o). Los factores que la
determinan están influenciados por dependencias causales.
C / c ± v = o
Cualquier
capitalista que consiga tener una ventaja metodológica en cuanto a métodos
técnicos, podrá disfrutar de una tasa mayor de plusvalía.
Vemos entonces
que en la teoría de Marx no sólo cuentan los números del valor de producción,
porque a éstos hay que añadir los elementos variables.
ACUMULACION Y EL EJERCITO DE RESERVA
1. La Reproducción Simple
Marx en su obra
“Reproducción simple” señala, como una de las características básicas del
capitalismo, el hecho de que cada año se
reponga el gasto habido y se utilicen las plusvalías obtenidas en el consumo.
Así mismo, categoriza la industria según se dedique a;
·
Producción de medios
de producción
·
Producción de
artículos de consumo. Esta categoría se subdivide en dos, artículos de lujo y
artículos necesarios para la vida.
Se denomina
reproducción simple al hecho de que el capital invertido en artículos de
consumo sea igual al valor de las mercancías consumidas para producir nuevos
medios de producción. A través de esto podremos analizar la relación existente
entre la producción total y el ingreso.
Al igual que lo medios de producción se pueden
dividir en las dos categorías antes señaladas, el ingreso también puede
categorizarse.
·
Ingreso para gastar en
medios de producción
·
Ingreso de capital
para consumir, lo que antes hemos denominado plusvalía
·
Ingreso obrero, el
salario.
Para que haya
estabilidad en el mercado la demanda total de mercancías tiene que estar en equilibrio con la oferta
total.
2. Las raíces de la acumulación
El capitalismo siempre
busca ampliar su capital. Nace el concepto de acumulación de capital que
consiste en que para aumentar el capital
se convierta una parte de la plusvalía anual conseguida en capital adicional, lo
que producirá a su vez más plusvalía.
Marx opina que el capitalismo no está malo en
si mismo, pero el ímpetu de expandir el capital le convierte en avaro. Como
hemos señalado anteriormente una forma de aumentar el capital es a través de la
acumulación, teoría seguida por un gran número de capitalistas. Otro elemento
fundamental del capitalismo es el consumo constante, así lo señala Alfred
Marshall
3. La acumulación y el valor de la fuerza de
trabajo: planteamiento del problema
Por lo general, cuando se
produce un aumento sobre la demanda de una mercancía el precio de ésta sube.
Realiza una comparación con la mano de obra, llegando a la conclusión de que
ésta no es una mercancía que se pueda producir, la industria de fuerza de
trabajo solo existe en una sociedad esclavista.
Ricardo trata de explicar el problema existente entre salario y valor de
la fuerza del trabajo. Para Ricardo el trabajo tiene un precio natural que es
el precio que necesitan para vivir los trabajadores.
4. La solución de Marx: el ejército de
reserva del trabajo
Por “ejército de
reserva del trabajo” Marx se refiere a la presión constante que los
trabajadores pueden hacer como respuesta a los problemas a los que se
enfrentaban. Según Marx los salarios de los obreros podrían ser mayores pero no
se aumentan para proteger al sistema capitalista de una posible amenaza. Por
otro lado la aparición de maquinaria afectaba de manera directa al trabajo
obrero, desplazándolo
5. La naturaleza del proceso capitalista
Se desarrollaron varias teorías sobre la posible evolución del
capitalismo. Según la economía política clásica la
acumulación constante y el desarrollo de población causa el fin de los
recursos. Para Marx el sistema capitalista no desaparecerá, por otro lado apunta hacia cambios en métodos de producción y en
las relaciones sociales, lo que
provocará la evolución hacia una
sociedad que nueva con reconstrucción revolucionaria.
LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA
DE LA GANANCIA.
Conforme a
las formulaciones de Marx, entendemos que la productividad en el trabajo
conlleva un crecimiento continuo, esto es, que «la composición orgánica del capital exhibe también un curso ascendente
sostenido».
Esta
doctrina, reflejada en la Ley de la
tendencia descendente de la tasa de ganancia del propio Karl Marx, puede
verse también expresada conforme al siguiente enunciado: g = p’ (I o).
Si la tasa
de plusvalía (p’) es constante, la tasa de ganancia (g) difiere en un sentido
opuesto a la composición orgánica del capital (o). Esto es, que si «o»
asciende, «g» necesariamente desciende. Según esta formulación no hay duda de
que en el proceso de desarrollo del capital debe existir en «g» una tendencia
al descenso (es posible que esto sea una consecuencia indirecta, ya que los
cambios de «p’» pueden balancear los efectos de un cambio en «o». En suma, esto
es lo que Marx llama Teoría de la ley general de la tasa descendente de la
ganancia: una composición ascendente del capital es la expresión de la
creciente productividad del trabajo. Asimismo, la tasa a la baja de la ganancia
que lo acompaña tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa
capitalista. Ésta tasa de ganancia es, en suma, la energía de producción del
capital.
Por otro
lado, Karl Marx llegó a enumerar seis «causas contrarrestantes» para anular la
Ley general de la tasa descendente de la ganancia, hecho por el cual ésta no es
constante, sino meramente tendencial. Éstas son las cinco primeras:
1.
Abaratamiento de los elementos del capital constante: Un aumento dado en la
composición orgánica del capital que hace bajar el valor del capital constante.
2. Aumento
de la intensidad de explotación: Prolongación de la jornada laboral y lo que
hoy podríamos denominar como «celeridad» y «estiramiento». Ambos conceptos
vienen a aumentar la plusvalía, elevando
la tasa de ganancia en relación con lo que en otras circunstancias hubiera
podido ser.
3. Depresión
de los salarios por debajo de su valor real: Supone una práctica muy extendida
de reducción de costes, a través de los propios empleados.
4.
Sobrepoblación relativa: Con el uso de la maquinaria se dejan libres a cierto
número de trabajadores y se crea así una «sobrepoblación relativa» o ejército
de reserva para ocupar los puestos de trabajo, hecho que facilita la tarea del
punto anterior.
5. Comercio
exterior: La posibilidad de adquirir materias primas más baratas y los
artículos necesarios para la vida tiende a elevar la tasa de la ganancia,
aumentando la tasa de la plusvalía y reduciendo el valor del capital constante.
Crítica a la ley:
Las fuerzas
que actúan sobre la tasa de la ganancia pueden sintetizarse en una fórmula que
contiene dos variable: la tasa de la ganancia por un lado y la composición
orgánica del capital por otro.
Una
composición orgánica ascendente del capital conlleva una creciente
productividad del trabajo. La productividad ascendente tiende a arrastrar una
tasa más alta de plusvalía. Un ascenso en la composición orgánica del capital
significa necesariamente un aumento de la productividad del trabajo. El
marxismo expresa al respecto que una más alta productividad implica
necesariamente una tasa más alta de la plusvalía. La tasa de la ganancia
disminuirá si el porcentaje de aumento en la tasa de la plusvalía es menor que
el porcentaje de descenso en la proporción del capital variable con respecto al
capital total. No sólo la teoría marxista avala esta tesis; los economistas
clásicos e incluso algunos de los más modernos han considerado que
efectivamente existe una tendencia descendente de la tasa de la ganancia como
un rasgo básico del capitalismo. No es posible demostrar una tendencia
descendente de la tasa de la ganancia comenzando el análisis por la composición
orgánica ascendente del capital. Citando al propio Marx: «el proceso
capitalista de producción es esencialmente un proceso de acumulación».
Por otro
lado, el aumento en la composición orgánica del capital tenderá a restablecer
la tasa de plusvalía, y de tal modo, a acrecentar el volumen de la plusvalía
más allá de lo que éste hubiera aumentado en ausencia del incremento de la
composición orgánica del capital. Existen igualmente otra composición de
fuerzas que debe ser tenida en cuenta a tal efecto. Tales fuerzas pueden ser
clasificadas en aquellas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia y
aquellas que tienden a elevarla. Pertenecerían a este primer grupo:
1. Los
sindicatos.
2. Las
actividades del Estado en beneficio de la clase trabajadora.
Por el
contrario, tienden a elevar la tasa de ganancia:
3.
Organizaciones patronales.
4. Explotación
del capital.
5. Formación
de monopolios.
6. Acción
del Estado en beneficio del capital.
La Naturaleza de la crisis
capitalista
Karl marx
estableció en su conocida obra El Manifiesto Comunista, en relación al origen
de las crisis que, dada su reiteración en el tiempo, suponen una dura prueba
hacia la clase burguesa. No obstante su obra se encuentra incompleta en este
sentido.
Las crisis
son circunstancias fomentadas por la suma de diversos factores de fuerza
económicos que entran en colisión. Marx las definió concretamente como «aquella que puede explicarse sólo por el
movimiento real de la producción capitalista, de la competencia y del crédito»,
entendiendo por estos dos últimos, toda estructura de organización de los
mercados y el mecanismo financiero que hace que la economía real sea mucho más
compleja que los sistemas tipo.
Los teóricos
postmarxistas dedicaron gran atención a la teoría de las crisis, ampliándola en
algunos aspectos que Marx no había podido llegar a considerar.
En cuanto a
la producción simple de mercancías y de las crisis, la moneda es considerada
como un medio de circulación bien aceptado, llegando a convertirse en un rasgo
necesario para una sociedad que ha avanzado más allá de la etapa del trueque
ocasional e incluso representando un gran paso hacia delante en la historia de
la civilización. La función y el propósito del dinero es dividir el acto del
cambio en dos partes que pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio.
El uso de la moneda permite vender un producto cuando está terminado y comprar
a la satisfacción del consumidor lo que le hace falta. Así se ahorra mucho
tiempo y resulta posible la verdadera especialización que es la base de la
productividad incrementada.
La
organización de la producción por medio del cambio privado conlleva la
posibilidad de provocar una crisis de tal magnitud que sería inconcebible en
una economía de estructura simplificada, en la que el trabajo estuviera
organizado y los productos fuesen compartidos bajo la dirección de una sola
autoridad.
No es fácil
concebir las razones por las cuales los productores hayan de seguir una
conducta desorganizada en una sociedad de producción simple de mercancías. Lo
más probable es que un desastre, una guerra o un acontecimiento catastrófico
puedan interrumpir la circulación de las mercancías en las condiciones de una
producción simple.
En este
sentido, el acaparamiento es una explicación concebible de una crisis en las
circunstancias anteriormente citadas. El fin del atesoramiento es más común en
condiciones próximas a la producción simple de mercancías que en sociedades más
avanzadas. Este atesoramiento tiene lugar de una forma gradual y en un largo
período de tiempo. En cuanto a la circulación de
mercancías-dinero-mercancías lleva también consigo las posibilidades de una
crisis pero también significa una cierta producción destinada para el consumo,
y puesto que el consumo es fundamentalmente un proceso continuo, hay pocas
razones para esperar que las posibilidades se conviertan en hechos.
Los
economistas clásicos han demostrado su falta de perspectiva histórica ante su
incapacidad de distinguir entre la producción simple de mercancías y la
producción capitalista ya que los teoremas basados en la producción simple de
mercancías fueron erróneamente generalizados y aplicados a la producción
capitalista.
Marx
comprobó que la Ley de Say, en la que se sostiene que una venta sigue
invariablemente una compra por igual cantidad y que de esta forma, no puede
interrumpirse la circulación mercancías-dinero-mercancías, y como consecuencia
de ello, no hay crisis ni sobreproducción, no era cierta, ya que el hombre
no está obligado a comprar sólo porque haya vendido. Para Marx, el dinero es el
medio por el cual el cambio se divide en dos transacciones separadas y distintas:
la venta y la compra, por la cual si uno vende y deja de comprar, el resultado
inevitable serán la crisis y la sobreproducción.
El
capitalismo convierte al modelo de producción simple de mercancías
(mercancías-dinero-mercancías) en dinero-mercancía-dinero. Bajo esta forma
dominante de circulación, el capitalista concluye el proceso de producción con
nuevas mercancías en el mercado que transforma en dinero, y que representan un
valor de cambio, pero que en ningún momento ha poseído un valor real de uso.
La figura
del proletario y el burgués quedan así separadas, ya que el primero de ellos
transfiere su fuerza de trabajo con el único objetivo de asegurar una afluencia
de valores de uso para sí y para su familia. Por otro lado, el capitalista está
generalmente interesado en elevar al máximo su tasa de ganancia como resultado
de haber invertido su capital en el proceso productivo.
Respecto a
las irrupciones de crisis, hay que tener en cuenta que cualquier interrupción
del proceso de circulación o cualquier retención del poder de compra, puede
iniciar una contracción en el proceso de circulación que dará origen al
fenómeno de sobreproducción y que se reflejará en un descenso final en la
producción. Aunque para que se produzca una crisis no es necesario que la tasa
de ganancia sea negativa, ya que con un simple descenso de dicha tasa de su
nivel ordinario es posible, rompiendo la continuidad en el proceso productivo y
precipitando la crisis. Los teóricos modernos dividen a la clase capitalista en
dos secciones, la de los empresarios que organizan y dirigen los procesos de
producción, y la de los poseedores de capital en dinero que suministran bajo la
forma de préstamos a interés los fondos que los empresario necesitan para sus
operaciones. Desde el momento que la tasa de ganancia cae por debajo de los
tipos de interés, la circulación se interrumpe y sobreviene la crisis.
Finalmente,
en lo referente a los dos tipos de crisis, hay que diferenciar entre las crisis
relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de ganancia y las crisis
de realización. El capitalismo práctico, no verá ninguna diferencia entre ellas
pero desde el punto de vista del análisis causal, ambas crisis plantean
problemas diversos: por un lado se tiene en cuenta los movimientos en la tasa
de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema
del valor, y por el otro, se tiene en cuenta las fuerzas no específicas que
tienden a crear un déficit general en la demanda efectiva de mercancías. En
ambos casos, el punto de partida de la crisis será el descenso de la tasa de la
ganancia.